jueves, 23 de agosto de 2018

PUBLICACIÓN EN "POEMAS EN AÑIL N° 149 - MICROCUENTOS



Poemas en Añil N.º 149


Recibidos
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Viviana Gladis Álvarez

Archivos adjuntosjue., 19 jul. 7:01
para Viviana, bcc: yo
Queridos amigos:

Llega un nuevo número de Poemas en Añil. Gracias a todos 
por la permanente colaboración. Los espero en el próximo número.

Mi abrazo de luz para todos y cada uno,

Viviana

        NORMA DUS
        SAN CARLOS DE BARILOCHE – ARGENTINA
     

  PRINCIPIO Y FIN

  El niño había perdido a su abuela.
Cuando fue hombre, buscaba a su abuela.
Al final, el anciano la encontró.



       BÚSQUEDA

La niña había buscado las caricias 
                                                  de su madre.
Cuando fue mujer, buscaba las caricias
                                                   del hombre.
Se hizo anciana, y encontró un océano 
                                                  de soledades.


EN PARÍS

Ella cada noche se mete en una cama distinta.
Todos la confunden,
pero Brigitte solo es vieja y sonámbula.




miércoles, 22 de agosto de 2018

MENCIÓN DE HONOR

MENDIGO


Harapos de sueños
tu equipaje
desgarros que dejó el viento.

Hambre en las manos
es la mirada
que pinta de rojo tu invierno.

Migajas de piedad
imploran tus ojos.

La palidez del alma
te sabe a muerte
en la transparencia de la noche
que a tu cuerpo en tumba convierte.

                   Del libro inédito: El rayo

                    PERENTORIA

La niña navega la vida
buscando amores
en historias de porcelana.

La mujer rema sus años
buscando amores
en sábanas sin sombras.

La anciana
sigue buscando amores
en un océano de soledades.

La ilusión no se ahoga
solo se duerme
en la hamaca del andar y viviendo.

                                                                Del libro inédito: El rayo

CUANDO NOS QUEDAMOS SOLOS

La vigilia es ver caer
pedazos de vida
en la orfandad
cuando, agazapada,
la soledad
azuza la partida.

La vigilia es sostener
el dolor
encadenado en lágrimas,
arañando esperanzas
que se roban la penumbra.

La vigilia es presentir
un tiempo quebrado:
aguijón de la prueba
que magulla la madrugada
punzando al indefenso.

La vigilia es tender
la mano que queda vacía.

Del libro inédito: El rayo



ENSAMBLANDO PALABRAS EN POESÍA


MI HIJO

MI HIJO

Yo estaba allí. Oía que a menudo lloraba. Pienso que se creía sola, que tenía miedo.
A su alrededor, siempre había otras personas; entonces permanecía callada.
Ella dormía con un hombre.
Ella desconocía que yo existía. Una tarde, expresó que se sentía descompuesta. Las otras mujeres le dijeron: “Seguro que estás embarazada”. Fue a un doctor, y se lo confirmó. No logré enterarme si se había puesto contenta o nerviosa. Me parecía asustada porque temblaba.

Y yo seguía ahí, con seguridad, con sensación de cobijo.

Llegó el día en que tuve que atravesar un túnel estrecho y algo dificultoso. Me era ajustado, y de repente, todo cambió: me hallé en un lugar tan blanco como frío. Alguien exclamó: “Bienvenido al mundo”. Luego escuché que le informaron: “Señora hay una pequeña complicación…” pero no entendí lo que siguió. Un llanto muy fuerte me hizo doler los oídos. Yo también berreaba pero al instante me percaté del cuerpo tibio donde me apoyaron. La voz que me habló era la que lloraba y que yo conocía.
 Ella me abrazó. Noté su cara mojada. Juntos nos tranquilizamos. Nuestra respiración se fue sosegando.

Ella siguió triste por un tiempo.

Yo no lograba armar palabras, pero una mañana descubrí que podía copiar algunas eufonías que me eran dulces. Comentaban que eso era cantar. Con el tiempo, entoné melodías que inventaba. “Es un milagro de Dios”, le señalaron. Yo buscaba su mirada para empezar con mis notas. Ella comenzó a sonreír.

Ella me repetía con insistencia una palabra que yo no lograba articular. Decir “mamá” era muy difícil. Mis oídos la distinguían, pero mi lengua balbuceaba un leve sonido. Ella prolongó su risa con más frecuencia, con mayor intensidad.

Pero cuando exclamó “¡Mi hijo!”, en mí, brotó una nueva armonía para ella. Y mi mamá comprendió, definitivamente, que la amo. Siempre vibrará una música tierna para ella cada vez que repita “Mi hijo”, aunque yo no entienda qué es mi Síndrome de Down.

ENSAMBLANDO PALABRAS EN NARRATIVA




REVISTA VIVENCIAS - n° 9



Vivencias Literarias Salac, año 2, nº 9, Agosto de 2018 

“Vivencias Literarias Salac”. ISSN: 2545-7063

Revista Bimestral Digital, editada por Salac “Sociedad Argentina de Letras Artes y Ciencias”

Biblioteca Popular Joaquín V. González. Humberto Primo 150, loc. 21-23-25-Córdoba. 


Presidente Salac: Dr. Daniel Guido Ferraris.
Secretario: Rúbens Basilio Arregui Director Revista: Luis Foá Torres (P)

Sumario:

Editorial……………………………………………………….03
Juan Filloy, por Daniel Guido Ferraris……....………………..05
Emilio López Arango………………………...………………..15
Anarquismo Pacifista y anarquismo expropiador, por Luis Foá Torres……………………………................………………….24
Caras y Caretas, Wikipedia………………...………………….35
Fidelity, por Norma Dus……………..………………………..39
...

FIDELITY

Colaboración de Norma Dus.

Nació Princesa. La niña fue educada en Palacio. No asistió a colegio formal, y el Director de Eton era el preceptor particular que proveía de la instrucción y conocimientos necesarios para su vida monárquica.

Desde muy joven su sonrisa fue sepultada por un rostro sin gestos, conteniendo inalterable toda posibilidad de sentimientos expresos.
Se sabía que sería la heredera, y para eso se fue moldeando su vida, en Palacio.
Se casó con un apuesto oficial, sin familia de abolengo y con un título nobiliario comprado con fortuna y arreglos económicos. Pero ella lo amó sin pretensiones.

Luego los hijos vinieron en medio de vendavales matrimoniales y negados adulterios. Mientras, la nación instruía sus reglas. La sociedad reclamaba, y los vasallos demandaban presencia y ejemplos virtuosos.

La vida transcurría opaca, con obediencias casi normales y agobiantes. Consejos y proposiciones se imponían sobre la ignorancia conceptual de la doblegada Alteza. La falta de información hacía que la mujer Princesa luchara en función de su próximo reinado.

La muerte inoportuna de su padre, El Rey, aceleró la coronación. Era la hija mayor.

Confrontar con naciones dominadas absurdamente, colonias, fuentes de riqueza y obligaciones iban socavando las energías, aun reprimiendo dolores, y pintando bienestar y alegrías en óleos que transmitirían falsas historias. Una familia desafectada, hijos ausentes criados por institutrices, un matrimonio figurado, sumaban para endurecer la estampa de la frágil y solitaria “Alteza Real”, La Reina. Jamás una lágrima correría por aquellas mejillas apenas ruborizadas por los polvos del disimulo y la frialdad.

Pero esa mañana, el tiempo se detuvo y soltó las aguas del desconsuelo. La noticia lo pudo todo, quebró los grilletes de la compostura logrando desamarrar el llanto contenido para el mundo real. Había muerto “Fidelity”, símbolo oriental de la paciencia y la sabiduría cuando uno se encuentra bajo presión. La pequeña tortuga, mascota preferida de La Reina, apareció masticada por el Mastín, propiedad del Príncipe Consorte.

La Reina, por primera vez, lloró desconsolada.