Los días 13, 14 y 15 de setiembre, nos reunimos en Plaza Huincul y
Cutral - Co, Neuquén, en un interesantísimo encuentro, donde escritores
de diferentes lugares pudimos mostrar nuestra actividad literaria.
Fuimos convocados por el grupo ALKITARA, Poetas de la Deconstrucción,
la Biblioteca Juan Benigar, de Plaza Huincul, el Instituto de Formación
Docente Nº 14 - Profesorado de Lengua y Literatura, la S.A.L.A.C. y la
Secretaría de ExtensiónUniversitaria UTN - Facultad Regional del
Neuquén.
Se realizaron presentaciones de libros, mesas de lecturas de poesías y narrativa, ponencias como: "Enseñar Literatura en la escuela técnica", entre otras. Disfrutamos, también, de una Galería de Arte, donde se expusieron pinturas y fotografías de artistas plásticos locales y de la región. (En la foto: Marinas, de Sabina Sosa, artista plástica de San Carlos de Bariloche)
La mayoría de las actividades se desarrollaron en el Centro Cultural Gregorio Álvarez, perteneciente a la Fundación YPF. |
obviamente disfrutamos de un exquisito pernil, como lo atestigua la imagen...
Y hablando de festejos, les dejo un cuento inédito:
SIN ALFOMBRAS
Viandante del mundo, que tuvo a sus
pies. Con afán, chequeras, gente a su servicio; disfrutó de la riqueza a través
de la explotación. Jubilación de privilegio, pagando favores lo encumbraron en
la sociedad. Todo válido para sus alfombras rojas, muchas veces, de dudosos
caminos... con silencios comprados.
Más la vida… le llevó la vida, robándole
los afectos. Y el hombre allí estaba. Festejaba su cumpleaños casi centenario. Había
añoranzas en la desolada mesa de roble, junto a la chimenea de la sala.
La hija lavaba
las soledades del agasajo en la pileta de la cocina.
Él
siguió sentado registrando, en el rellano de los años, los mensajes de sus
huesos, en las manos y en sus encorvados hombros. Los oídos se le han cerrado
al universo. Y su “haber económico” ya no le sirve. El cartero no pasó para
entregar un presente. Y el teléfono no ha sonado en todo el día.
Pero
el hombre es altivo. Bebió el último sorbo de vino francés y dejó la copa de Baccarat, solitaria,
sobre el mantel de hilo blanco. Bajó hacia la cocina por la escalera que lo
separaba de la realidad. Con sus manos, cargadas de mandatos desafiantes, agarró
la escoba que esperaba en el rincón y, lentamente, se puso a barrer a espaldas
de su hija.
─¿Dónde
se pondrá esta basura?... ─se preguntó, desconcertado.
Miró
a su alrededor; tomó conciencia de que nadie lo asistía. Ya no había alfombras rojas
que lo idolatraran.
Se
sentó en un banco sin almohadón. Por primera vez, una traicionera lágrima se estrellaba
en su chaleco de seda.
o.i. RPI 753086/11
1 comentario:
Que lindo Normi! Un placer pasar por tu blog. Besos y abrazos desde Norway! :D
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